jueves, 20 de octubre de 2011

Capitulo Extra 1: Un placentero baño

Nota del autor: ''Estos capítulos extras son aquellos que una persona de mi corazón no me dejo subir por ser un poco eróticos, pero como es parte de mi historia lo pondré . Lo siento mucho Sammy!!''

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Me pase la mañana contemplándola dormir hasta que despertó.Me miro con esos enormes ojos que ella tenia. Era como mirar al cielo y quedar atrapado entre sus nubes. Después me sonrió con esos labios suyos que tan loco me volvían y me hacían alcanzar el mas dulces de los infiernos en mi cuerpo. Tome su rostro entre mis manos y la bese con fiereza, quería que fuese mía y recorrer su cuerpo con mis labios, lamiendo a cada paso. Entonces ella riéndose y con un gemidito me detuvo.


-Felix...quiero darme una ducha. Podemos seguir luego...como desayuno para ambos.- sonriendo picara.


-Vale.Vamos. Tu te disfrutas y yo te ducho.- dije con un calor recorriendome todos los sitios de mi cuerpo y de mi mente.


La tome en brazos y camine hacia el baño. La deje sentada sobre la encimera del lavabo mientras abría el grifo y la bañera se llenaba de un agua cálida. Una vez estuvo llena, la tome de nuevo en brazos pero esta vez a horcajadas. Me recosté en la bañera dejándola a ella encima de mi, me miro como diciendo ''¿Se puede saber que tramas?'', tome el mango de la ducha y empece a empaparla, sonriendo por los planes que tenia en mente. 


-Felix,cariño, te amo pero de verdad no estoy disfrutando nada con mi baño.- dijo sinceramente con una sonrisa.


-Ya lo se. Es que todavía no he empezado...- sonriendo pícaro.


-¿¡Como que empezado?!- con sus grandes ojos abiertos como platos.


Entonces antes de que pudiera decir mas, pude un poco de jabón en mi mano y empece a masajearle el cuerpo, enjabonandola con mi mano mientras movía mis caderas para que mi miembro rozara su vagina. Pase mis manos por sus pechos y los masajee en círculos haciendo que sus pezones se endureciesen. Incline un poco mi rostro y comencé a besarla despacio, muy profundo pero con ardorosa pasión. Con mis manos baje por su abdomen hasta su ombligo, enjabonando cada parte de su cuerpo, note como su piel se erizaba cuando me acercaba a la zonas mas erogena de su cuerpo.


Seguí con mi mano descendiendo por su vientre hasta llegar a su centro. Con mucha delicadeza pero a conciencia, abrí sus muslos un poco mas haciendo que mi miembro rozara con mas presión su vagina. Separe los pliegues de su centro y pase mis dedos enjabonandolo, al llegar a su clítoris me detuve y lo masajee en círculos despacito. Ella se mordía el labio y me agarraba con fuerza el pelo mientras yo torturaba su cuello y su oreja con besos y mordeduras. 


Moví mis dedos enjabonados mas deprisa masajeando su clítoris, cuando decidí que estaba lo suficientemente enjabonado, metí dos dedos en su vagina a la vez que mi miembro. Note como su cuerpo se contraía ante el placer que la inundaba y como su vagina húmeda y ardiente se encojia, mandándome una oleada de placer que nadie me dio nunca. Con mi pulgar seguí torturando su clítoris. Con la mano que me quedaba libre y que sostenía el mango, le quite todo el jabón que tenia para poder hacer que el baño fuese mas..placentero. Busque con mis labios y mies dientes sus pezones y empece a ensañarme con ellos, mordisqueandolos, lamiéndolos, succionando. Note como clavaba sus uñas mientras movía cada parte de mi. 


Moví mis caderas y mis dedos, incluido el pulgar, mas y mas deprisa, con mas y mas fuerza. A veces salia de ella casi y volví a entrar con fuerza hasta el fondo, otras daba embestidas fuertes y rapidísimas, o lentas y profundas hasta el fondo. Pasaron unos minutos cuando note que ella llegaba a orgasmo y rápidamente, salí de ella, le di la vuelta dejándola recostada en la bañera, abrí sus piernas y sus pliegues, y succione su vagina y su clítoris, ella se aferro a mi cabello jadeando y gritando mi nombre entre gemidos. Note como su cuerpo se convulsionaba pero no pararía hasta hacerla desfallecer de placer. Pero lo que no me imaginaba era que tendría un segundo orgasmo cuando yo metí mi lengua dentro de ella para lamer su sabor. Entonces oí que decía:


-Felix...por favor...no mas...por favor...- entre jadeos y unos cuantos gemidos mas.


Salí de ella, relamiendome como un gato y le sonreí. Había hecho que disfrutara del mejor baño de su vida, de eso estaba seguro. Y yo había disfrutado por hacerlo. 



1 comentario:

  1. hola soy nueva lectora y tu nove me encanta pasate por mi blog es:
    http://alejandra-untrozodemi.blogspot.com
    cuelga pronto

    ResponderEliminar