sábado, 8 de octubre de 2011

Capitulo 10: Una visita especial parte 2

Todo sucedió muy deprisa. Ahora estábamos los dos tirados en el jardín, yo enfrente de ella, brillando como cada vez que el sol me tocaba la piel. Y ella...La mire para ver su reacción, una parte de mi deseaba con el alma y el corazón que me aceptara como era pero la otra parte quería que saliese huyendo, que se alejara de mi y que me gritara que era un monstruo. Pero lo que hizo y su forma de mirarme me pillo desprevenido. 


Me estaba mirando con los ojos muy abiertos pero en ellos se podían leer la fascinación y la sorpresa. Vi como despacio su mano se levanto y acaricio mi mejilla, mandándome sensaciones que yo jamas había experimentado y para las que no sabia como reaccionar. Así que me dedique a cerrar los ojos y disfrutar. 


-Eres Hermoso- dijo dejándome mas anonadado de lo que ya estaba. 


''Me ha llamado...¿Hermoso? ¿Yo? Pero si debería de estar asustada!'' gritaba la parte contrariada de mi corazón. 


Necesitaba contestarle, pero al estar tan cerca mía, me era imposible sin correr el riesgo de matarla o desangrarla. Note como el viento empezó a soplar en contra del olor de ella y cogiendo la oportunidad a favor, tome aire. Pero en el momento en que lo hice el viento se corto y en vez de aire, tome una bocanada de su magnifico y delicioso perfume. La garganta me ardió como si estuviera en carne viva y inmediatamente retrocedí hasta las sombras, sin reparar en la velocidad. 
Estuve respirando y luchando por contenerme durante unos minutos. Vi como ella me miraba y se levantaba con intención de acercarse a mi. 


-No! Note acerques a mi. Quieta!- le ordene con la voz ronca y los ojos negros como el tizón. 


Vi como ella se entristecía por mi orden y como sus ojos se llenaban de lagrimas, lagrimas que yo quería limpiar. Respire hondo y note como mis ojos volvían a ser del azul intenso de siempre. Me acerque con una sonrisa. 


-Lo siento, de corazón, lo siento. No era mi intención herirte con mis palabra.- mirándote a los ojos. 


Acerque mi mano a su mejilla y recogí la lagrima que se derramaba  por ella. Su piel era muy suave y era muy cálida. Note recorrer por mi dedo la lagrima y el hormigueo de su sangre llegando a su mejilla ante mi acto. Sonreí al ver que se sonrojaba. Entonces ella también me miro y sonrió, dándome la mas hermosa sonrisa que nadie me dio nunca. 


Estuvimos hasta bien entrado el anochecer en el jardín, ella quería saber de mi, de mi familia y sobretodo por que brillaba y, claro estaba, yo le iba a dar lo que quería saber. Me gusto su reacción cuando le dije que era un vampiro y que por eso brillaba. Me pregunto si toda mi familia era como yo y le respondí:


-Si todos somos vampiros. Aro es el mas mayor de todos, nació en el 450 a.C.- riéndome ante su reacción cuando le dije la edad de mi ''padre''


Después me pregunto cuantos años tenia yo y le dije que como apariencia humana 25 pero que como vampiro tenia unos pocos meses. Se me quedo mirando sonriendo y me dijo:


-No eres muy mayor para ser tan bebe aun?- riéndose. Me reí ante su broma sobre los meses de mi ''nacimiento'' .


Justo cuando llegamos a la parte en la que quería saber por que estaba aquí, el tiempo empezó a refrescar y ayudándola a levantarse, nos encaminamos al interior de la casa. Una vez llegamos al salón le respondí que ni siquiera yo sabia por que razón andaba aquí. Entonces ella me dijo que estaba un poco cansada por el viaje y todo, y que quería descansar, así que la acompañe hasta su alcoba y me despedí de ella con un beso en la mejilla. Uno de los tantos que tenia en mente darle.

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