Cuando abrí los ojos por primera vez como vampiro, todo estaba rojo y la garganta me ardía a carne viva como si hubiese bebido ácido. Estaba en mi habitación y no sabia como había llegado allí yo solo, así que su`puse que habían sido mis hermanos. No me notaba cansado y podía oír....que?! Ami hermano jugar en el acantilado con una humana!!?? Era imposible!! Eso estaba en la otra punta!
Entonces entro mi madre Athenodora con una bandeja de plata y una bolsa de plástico. Supuse que era mi desayuno. Que bien! Tenia hambre y...sed! Entonces vi lo que era la bolsa de plastico: Sangre...Humana.
Me aterrorice. Como iba a beber sangre humana!!?? No puedo era hum....Espera ya no lo era...Me toque el pecho para intentar sentir mi corazón pero ya no latía. Eso me entristeció y note como mi madre Athenodora me miraba y me tocaba la mejilla.
Entonces entro mi hermano Alec y me dijo:
- Ei! Que tal tu primer día como eterno? Has desayunado ya?- riéndose a carcajada limpia ante mi semblante triste.
Entonces mi madre Athenodora dijo algo que me sorprendió:
-Alec!! Compórtate!! Tu tu primer día te pasaste el día corriendo desnudo por ahí aterrorizando a las pobres de tus hermanas y a las pobres sirvientas...- mientras me acariciaba la mejilla con ternura.
Entonces Alec se quedo callado y me dijo:
-Venga levántate. Tienes que aprender a cazar antes de tu primera guardia esta noche.- y salio de la habitación corriendo.
Mire a mi madre Athenodora y ella me hizo un gesto con la cabeza de que saliera detrás de Alec y aprendiera a cazar. Pero en vez de salir por la puerta, salí por la ventana. Por que tenia curiosidad de cual era mis habilidades por así llamarlo. Y salí en pos de Alec que se había perdido en el bosque para enseñarme a cazar.
Recuerdo como si fuese hoy el día de mi conversión a vampiro jeje Bueno aunque la recuerdo borrosa la recuerdo jaja Mi madre Sulpice estaba nerviosa y ansiosa por verme como un vampiro mas de nuestra tan singular familia mientras que mi padre Aro y mis tíos Marcus y Caius se dedicaban a asignarme un lugar en la guardia. Nos dirigimos hacia el salón presidencial para mi transformación, allí estaban todos mis hermanos y primos, y mis tías Didyme y Athenodora, que eran como mis madres jeje Entonces mi padre dijo:
- Hijo mio, ¿quien quieres que sea el o la que te muerda?- con su sonrisa dulce pero siniestra tan particular.
Yo no tenia palabras para responder ni siquiera tenia ganas para respirar, estaba muy nervioso. No sabia si dolería, no sabia si sobreviviría, no sabia en si tendría algún don en especial como el de mi hermana Jane o el de mi hermano Demetri, o podría no tener ninguno como el de mi tío Caius. Así que me dedique a señalar a mi madre Sulpice, por que sabia que ella intentaría que no me doliese mucho y que fuese rápido.
Mi madre se acerco a mi al yo señalarla mientras todos los demás dejaban de respirar y se alejaban de nosotros. Mi pulso se aceleraba demasiado rápido y empezaba a tener miedo. Entonces mi madre se acerco a mi tranquilizándome como si fuese un niño todavía y me dijo al oído:
-No temas mi niño hermoso y de sonrisa brillante como el sol, no te dolerá lo prometo.- Y en cierto modo note como sonreía, eso me tranquilizo un poco.
Entonces cerré los ojos y note un pequeño dolor como cuando te pinchan con una aguja y después un calor. Grite sin abrir los ojos y note como caía al suelo, mi corazón latia mas deprisa que antes. Algo recorría mis venas haciendo arder de dolor, así me tire durante varias horas y entonces abrí los ojos y desperté.
Nací en 1864, mis padres eran de una de las familias mas poderosa de toda Italia pero un día cuando íbamos de camino hacia la casa de mis abuelos paternos, nuestro carruaje volcó, yo fui el único sobreviviente gracias a la ayuda de mis padres Aro y Sulpice Vulturi, que justo pasaban por allí con su carruaje y me vieron vivo pero herido. Ellos me criaron hasta ahora, me dijeron que soy especial y que cuando fuese mayor seria como ellos jeje lo que nunca me dijeron era que eran Vampiros jaja pero aun asi les quiero como si fueran mis propios padres, por que ellos son los que me criaron y los que me convirtieron en el vulturi que soy ahora.
