viernes, 6 de enero de 2012

Capitulo 19 parte 2: Viene el bebe!!

La lleve corriendo a nuestra habitacion mientras oia como mi madre y mi hermana junto a mi padre salian corriendo, llamando por telefono a Carlisle y buscando a las humanas comadronas que iban a ayudar en el parto. Mientras Heidi se debatia en mis brazos entre el dolor y las lagrimas.


Cuando entre en la habitacion con ella, la tumbe como me aconsejaron en las clases de preparto; con dos conjines para que estuviera medio sentada, unas toallas a su lado y una toalla sobre su vientre hasta sus muslos.Me sente a su lado, tomando su mano y poniendo una toalla humeda sobre su frente.


Cuando llego la segunda contraccion, apreto mi mano con tanta fuerza que pense por un momento que me doleria, en cierta parte me estaba doliendo, mi corazon muerto sangraba por verla asi. Y lo peor de todo, estaba saliendo mucha sangre y eso era peor que estar torturado durante una eternidad. 
Deje de respirar para no descontrolarme. Justo en ese momento llegaron las comadronas humanas junto a mi madre, quien habia dejado ya de respirar al igual que yo. Entonces la comadrona mas veterana me dijo mirandome:


-Señor, debe salirse, es tradicion que en el primer parto el hombre se mantenga fuera.- con respeto


-No pienso dejarla sola, puedo aguantar, no sere molestia ni para ustedes ni para ella.-dije serio


-Lo sentimos Señor pero debe salir.- timidamente contento la otra comadrona


-He dicho que me...- amenazadoramente a causa de tanta sangre y de los nervios.


-Felix, sal hijo, ahora- me dijo mi madre Sulpice autoritariamente.


-Pero...- y coguiendome de los hombros me saco de alli cerrandome la puerta tras ella.


Desde fuera oi a Heidi gritar e intente abrir la puerta, pero no podia. Asi que baje al salon junto a mi demas familia, todos me miraron al verme y se acercaron a abrazarme para darme animos. A cada segundo que pasaba mi corazon gelido se debatia por Heidi y nuestro bebe, cada poco tiempo oia a Heidi gritar de puro dolor y eso era lo peor que jamas habia oido. Mi padre Aro me toco el hombro dandome animos cuando aparecio Carlisle, ya vestido de doctor y preparado para el parto. Le sonrei y el me correspondio dandome todo su apoyo en ese momento tan dificil. 


Vi como subia corriendo hacia la habitacion donde Heidi gritaba y me dieron ganas de ir tras el para estar junto a ella pero mi hermana Jane al ver mi decision, me sujeto diciendome que no. Pasaron horas y horas, quizas tres o mas pero para mi fueron como una eternidad, hasta que oi un llanto de bebe y la risa agotada de mi Heidi. En ese momento me zafe de toda barrera, ya fuese humana o vampira, para acudir junto a mi Heidi y mi bebe. Cuando entre la escena me impacto tanto que incluso crei que lloraria, aun sabiendo que no podía. Heidi estaba sentada, recostada contra los cojines que yo le había puesto y entre sus brazos, una personita envuelta en una mantita blanca muy suave y un gorrito como de duende a la que Heidi le regalaba una sonrisa tan hermosa y radiante a pesar de su cansancio, entonces se dio cuenta de mi presencia y me sonrió de la misma forma. 


Me quede impactado, jamas me había sonreído así, de esa manera tan especial. Entonces me indico que me acercara y yo con cuidado me acerque y vi lo que ella miraba con tanto amor: A nuestra niña Mary.





jueves, 5 de enero de 2012

Capitulo 19 parte 1: Viene el bebe!!

Había pasado ya varios días desde que habían salido mis alas y mi nuevo don. Ahora era poderoso y mas fuerte que ninguno, pero también mas dañino con los que amaba. Heidi era la única que no me temía o huía de mi. El bebe estaba apunto de nacer, Carlisle había dicho que tardarían semanas aun para que diese a luz así que no había que ponerse nervioso con el nacimiento.

Stefan y Vladimir volvieron a sus respectivos lugares, y mi familia aun no podían creerse lo que habían visto. En ese instante una mano toco mi espalda y donde empezaban mis alas, supe por su corazón, su tacto, su olor y por la presión que sentía en mi espalda quien era, gire sobre mi espalda y me enfrente a la mas hermosa de las imágenes que había visto nunca: A mi Heidi, embarazada de nuestro pequeño o pequeña, aun no sabíamos el sexo pero yo esperaba con ansias que fuese niña como ella, en cambio Heidi quería varón que se pareciera a mi. 

Ella estaba allí mirándome con sus hermosos y enormes ojos achocolatados y su gran sonrisa tierna que hacia que mi corazón palpitase como si estuviese vivo de verdad. Mire su cuerpo todo seguía como siempre de hermoso y delicado como una rosa, excepto aquella montaña enorme que abarcaba desde tu vientre hasta debajo de su pecho, esa montaña era nuestro bebe. Puse mi mano sobre su enorme tripa y note como se movía, jamas había notado una sensación así, tan hermosa, tan increíble. 

Vi como cerraba los ojos y posaba una de sus manos sobre la mía, entrelazándolas. Sonreí feliz, ella era, seria y es todo para mi. Justo cuando iba a quitar la mano y darle un beso note como "algo" me golpeaba con tal fuerza la mano que Heidi tuvo que respirar hondo como en las clases que nos habían enseñado. Sin apartar la mano de su vientre, con el otro brazo la abrace diciéndole:

-¿Estas bien? Respira como hemos aprendido.- mientras respiraba con ella para darle fuerzas.

Ella sonrió y me beso. Entonces como siempre que nos besábamos, todo mi mundo se hizo mas colorido, mas brillante como si estuviese en un lugar mágico, veía cohetes en mis ojos.Cuando nuestros labios se separaron yo estaba entre una clase de anestesiado y drogadicto fumado de marihuana.  Oí como se reía al ver mi cara de tonto que se me quedaba cada vez que ella me daba un beso. Reí con ella cuando oi su estomago pidiendo comida humana:

-Amor, venga vamos a comer, oigo tu estomago rugir.- dije sonriendo.

-Noo...yo quiero quedarme un rato mas aqui contigo, puedo esperar.- poniendo su dulce de perrito. 

-Se que puedes esperar pero el bebe tiene hambre también y debemos cuidarle, ademas yo tengo que desayunar también, aunque no delante de ti tranquila. Luego podemos quedarnos todo el día aquí si quieres- le dije sonriendo

-Vale, entonces si, vamos a comer, ¡vamos!- dijo levantándose con cuidado y arrastrándome a mi de la mano hacia el salón.

Antes de que llegásemos al salón le dije que se esperara sentada en el sofá, que yo quería traerle el desayuno como si estuviéramos en la cama, y así de paso yo desayunaba. Cuando entre en la cocina, mi hermana Jane estaba desayunando mientras nuestros padres Sulpice y Aro discutían sobre las compras que habían hecho para Heidi y para mi. Al parecer pronostique que mi madre ganaría, tome una bolsa de sangre O+  y empece a beber rápido mientras preparaba el desayuno de Heidi; pollo frito con chocolate y azúcar. Termine mi desayuno y tome la bandeja para salir de la cocina, entonces todo ocurrió muy deprisa.

Oí a Heidi gritar, solté la bandeja inmediatamente y salí al salón corriendo, lo que vi allí por un segundo me paralizo, estaba aferrándose la tripa, empapada y ensangrentada de cintura para abajo.  Me miro y vi como se contraía de dolor, la tome en brazos justo antes de la contracción. Subí las escaleras con ella y grite:

-¡Madre! ¡Llama a Carlisle! ¡El bebe ya esta aquí!- 


domingo, 25 de diciembre de 2011

Capitulo 18: Un nuevo Don.

Todos me miraban maravillados y yo no entendia por que. Una luz estaba cegando a Stefan a mis pies y entonces fue cuando mire mi reflejo en el cristal de la ventana. Tenia alas!! Alas de Angel!! Heidi estaba llorando y mi madre estaba sujetandola. Me levante despacio y me mire al espejo.

Que me ocurria? Por que tenia alas? No lo entiendo.Todo era nuevo para mi. Me levante de encima de Stefan y retrocedi hasta la pared asustado. Heidi se deshizo de la prision de los brazos de mi madre y se acerco a mi, vi en su mirada como la fascinacion y el amor estaba por encima de todas las lagrimas. Me abrazo y toco lentamente las alas blancas que salian a mi espalda. Me estremeci por completo ante esa sensacion nueva.Era maravillosa como si una carga electrica recorriera mi espalda sin llegar a tocarla. 


Vi que Stefan se levantaba y se alejaba de mi temeroso de mi nuevo...don, por asi llamarlo. Mientras Heidi daba vueltas a mi alrededor maravillada por esas alas que estaban a mi espalda. 
Vi que Vladimir hablaba con Stefan y como mis padres se les unian incredulos por lo que estaban contemplando en mi. 


Pero justo cuando iba a dar un paso, las alas desaparecieron y todo se volvio negro. En la lejania podia oir a Heidi gritar, llorar y llamarme al igual que mi madre. Entonces comprendi que estaba inconsciente. 





sábado, 29 de octubre de 2011

Capitulo 17: Te matare, Stefan.

No podía creerme lo de Stefan y Vladimir. Un ataque? Como podian? Pero lo que mas me llego al corazon fue lo de que quisieran a Heidi y a mi bebe. Si les querian deberian pasar por encima de mi cadaver. Heidi estaba llorando en el baño y yo andaba dando vueltas como un tonto por la habitacion cuando llego mis padres. Los dos estaban muy serio y palidos, mas de lo habitual. 

-¿Que ocurre?- les pregunte

-Felix, cariño, mi niño hermoso, no te enfades ni te alteres. Controlate ¿si?- dijo mi madre poniéndose delante de mi.


-¿Que ocurre?- mas serio y autoritario


-Stefan y Vladimir están aquí- dijo mi padre mirándome


-QUEEEE??!!!!!!!- gruñendo


Como se atrevían!! Ahora si le matare!! No les dejare a ninguno de ellos vivos!! Empece a gruñir y Heidi alertada salio del baño con la cara llena de lagrimas. Todos me miraban asustados, notaba como mis ojos se volvían rojos sangre y como mis colmillos salían mas afilados que nunca con ganas de muerte. Muerte a un Rumano. Muerte a Stefan. Sin que nadie se lo esperara baje corriendo hasta el salón, donde me aguardaban los dos indeseables rumanos. Vi como Stefan se tensaba y me gruñía al verme y al ver a Heidi detrás de mi embarazada. Le enseñe mis dientes. No iba a consentir que amenazara a mi familia y mucho menos a mi prometida y madre de mi hijo. Vi que seguía gruñendo y que en un susurro le llamo fulana a mi prometida. Y sin mas dilación salte sobre el:


-TE MATARE!!!! STEFAN TE MATARE!!!!!- gruñendo.


Los dos caímos al suelo, dándonos puñetazos y patadas. Aprisiono mi cuello con sus manos y yo el suyo con las mías. Pero saco de su bota una daga y intento apuñalarme. Oí que Heidi gritaba mi nombre. Y como algo me invadía el cuerpo. Era un calor increíble. Y de repente mi a Stefan taparse los ojos y una luz que brillaba...a mi espalda.




domingo, 23 de octubre de 2011

Capitulo 16: Problemas

Ya habían pasado dos semanas desde que Heidi me había dicho que estaba encinta, se supone que no debería de notarse que lo estuviese pero...este embarazo era diferente. Heidi parecía que estaba de cuatro meses y medio. Ya de vez en cuando notábamos moverse a el o la bebe o como daba una patada. 


Heidi estaba emocionada y muy nerviosa, al igual que yo. Le había preguntado a mis padres que sucedería en el momento del parto y sin mentirme me dijeron que lo mas posible era que Heidi muriese en el proceso. Pero yo estaba preparado para que eso no sucediese, para cuando diese a luz yo  la mordería para convertirla en una de nosotros. Yo seria su creador. Y su marido y el padre de nuestro hijo o hija. Heidi esperaba que fuese niño pero yo quería que fuese niña. 


Esa misma mañana mientras dábamos un paseo mi hermana Jane vino corriendo diciéndonos que debíamos ir ahora mismo al salón, que era urgente. Heidi no podía correr así que la tome en brazos y salí disparado hacia el gran salón para saber de que era tal urgencia. Cuando llegamos allí, todos estaban extraños, Demetri que siempre intentaba sacarme de quicio mirando de forma poco normal a Heidi, estaba serio mirando al suelo como intentando romper el mármol. Sente a Heidi en una de las sillas que había en el gran salón y me puse detrás de ella, observe que nadie hablaba así que abrí la conversación:


-Bueno, ¿alguien va a decirnos que era tan urgente? Por que no he venido para ver como todos estáis concentrados en romper el mármol o en pensamientos.- empezando a enojarme.


-Felix, Heidi, me temo que tendremos que prepararnos para un ataque inminente.- dijo mi padre 


-¿Un ataque? ¿De quien? ¿Cuando?- levantándome rápido.


Tenia que proteger a Heidi y a mi bebe. Tenia que ayudar a mi familia y protegerlos. Mataría a cualquiera que intentara tocarles un solo pelo a cualquiera de ellos. No dejaría que nada ni siquiera la muerte les tocase. Hasta el mismísimo infierno se encogería al verme. Estaba furioso, enfadado, preocupado, nervioso, pero ante todo odioso. Y mi padre dijo con voz seria :


-Si. De los Rumanos. Aun no lo sabemos, quizás esta noche, quizás mañana, quizás dentro de un mes, no lo sabemos.-


-Y ¿por que este ataque?- temiéndome lo peor.


Todos miraron a Heidi y a su tripa. No podía ser cierto....¿Por que?. Y mi madre dijo:


-Quieren a Heidi y al bebe para Stefan- dijo con tristeza y con los ojos en lagrimas.


Stefan. Pagaría por esto. Seria yo mismo el que acabaría con su vida. Mientras pensaba esto interiormente hice que el suelo y los cristales se resquebrajasen. Era la hora de vengarme.



sábado, 22 de octubre de 2011

Capitulo extra 2: Una comida...devastadora Parte 2

Ahora era yo el que estaba contra a encimera y el que iba a ser comido. Ella con una sonrisa muy picara se acerco a mi y me beso lento pero muy intenso, volviéndome loco. Sus manos descendieron desde mi cuello hasta mi abdomen, y desde ahí hasta donde estaba mi pantalón. Me estremecí entero cuando note lo cerca que estaba sus manos de mi ''centro'' . 


Con una sonrisa muy despacio, bajo mi pantalón con las manos rozando mi miembro, haciendo que se  levantase. Unos escalofríos recorrieron mi cuerpo, haciéndome perder el control. Me aferre a la encimera de la cocina para no caerme, sentía que las piernas me fallaban. Entonces desde abajo, me miro y sonriendo, empezó a besar mis piernas, haciendo que jadease de vez en cuando por el calor y el placer que recorría mi cuerpo en oleadas. 


Cuando con sus besos llego a mi ingle, cogió el borde de mi bóxer, lo bajo hasta los tobillos y siguió besando. Cuando acaricio y beso mi miembro, yo tuve que aferrarme mas fuerte a la encimera haciendo que sonara un poco. El fuego ya era insoportable y ella me sonrió como diciéndome que no iba a parar hasta que sintiera lo que ella había sentido. 


Muy despacio lamió con su lengua la punta de mi miembro y gemí. Nadie en mi vida humana ni vampirica me había dado tanto placer. Mi respiración se volvió entrecortada cuando ella con su mano aferro mi miembro y lo lamió. El fuego ya no era insoportable, era el mismísimo infierno. Entonces cuando pensé que se limitaría a eso nada mas, abrió su boca y metió mi miembro en ella. Chupo y succiono haciendo que me aferrara mas fuerte a la encimera y esta se resquebrajase. 


Su mano se movía de arriba abajo de mi miembro y su boca seguía chupando. Pasaron varios minutos, no se cuantos, hasta que llegue al orgasmo mas increíble de mi vida. Me aferre con tanta fuerza a la encimera que la rompí en miles de cachos. Entonces ella dio una ultima succión. Yo estaba estático como de piedra, sujetado a lo poco que quedaba de encimera y ella se ponía en pie con una sonrisa inocente y relamiéndose los labios. Y dijo:


-Feliz Desayuno, Amor.- riéndose picara. 


Yo la mire, desencaje mis manos y mis uñas de la encimera, me vestí y le dije en un susurro:


-La próxima vez TU seras la comida y no podrás escapar.- con la mayor de mis sonrisas.



viernes, 21 de octubre de 2011

Capitulo extra 2 : Una comida... devastadora Parte 1

Cuando terminamos de nuestro baño tan...placentero, decidimos bajar a desayunar. Mientras hablábamos y reíamos, se fue hacia la nevera y yo me quede detrás de ella mirando también la nevera, pero...jamas llegaríamos a comer comida humana. Ella se agacho para ver que había en el ultimo estante un poco intencionadamente para provocarme, su trasero hermoso y blando rozo mi miembro haciendo de nuevo que el calor me recorriera como fuego, quemándome hasta el alma. Vi como ella sonreía y movía su trasero adrede para provocarme y lo consiguió. 


La agarre entre mis brazos a la vez que le daba la vuelta y la bese con fiereza. Oí como salia de sus labios un gemido y sus pezones se endurecían y sobresalían de su camisa, que era mi camisa. La senté sobre la encimera y me coloque entre sus piernas pero mi idea no era esa...Antes de que ella pudiera rodearme con sus piernas y sus brazos, descendí por su cuerpo, besándolo, mientras abría con mis manos la camisa y la lanzaba lejos, al suelo. Ahora estaba completamente desnuda, yo recorrí su cuello hasta sus pechos, besándolos, lamiéndolos, cuando llegue a sus pezones los mordí y los chupe, note como se estremecía contra mi cuerpo y vi como mordía su labio.


Sonreí y seguí bajando hasta llegar a su vientre, ella se retorcía entre escalofríos y estremecimiento a medida que me acercaba a su centro. Muy despacito fui abriendo sus pliegues y sus muslos para poder lamer. Puse mis manos en su cadera para que no se moviera y chupe con todas mis fuerzas mientras jugaba con su clítoris con mi lengua. Podía notar como se humedecía y como su respiración se entrecortaba cada vez que chupaba de forma agresiva su clítoris. 


Cuando vi que estaba hinchado por completo, lamí su vagina rozando con la puntita de mi lengua su punto G. Oí como gemía y jadeaba cuando lo roce, así que para mayor placer chupe su vagina y con mi lengua lamí su punto G. Pensé que pasaría si... Abrí la boca, metí mi lengua en su vagina y chupe, apretándola contra mi boca, su clítoris y su vagina. Ella se retorcía entre gemidos murmurando mi nombre y agarrando mi pelo para que siguiera dándole placer. Yo seguí lamiendo, chupando, incluso mordiendo y succionando, su vagina y torturando su clítoris. 


Tras unos minutos llego al orgasmo y para que fuese mas duradero y placentero, metí dos dedos y mi lengua hasta el fondo, a la vez que chupaba y con el pulgar torturaba su clítoris. Ella hecho la cabeza para atrás y se dejo llevar por los espasmos de placer que el orgasmo le produjo. Cuando termine, me relamí, la mire y le dije:


-Amor, ¿estas bien?-


-Oh...Sii,...muy muy Bien....- dijo mientras me miraba con un brillo de picardia 


-Me alegro. Bueno, ¿que quieres de comer?- sonreí


Y dijo con todo el deseo del mundo:


-A ti- mientras se bajaba de la encimera.


Giramos, me miro y comprendí que ahora yo seria la ''comida''.